Ir al contenido principal

Naturaleza corrupta

Frente a lo que cabría esperar, encontramos a nuestros caballos aguardándonos en la linde del bosque, donde hace jornada y media los dejamos. Serán los únicos seres que respeta este maldito lugar. Mystra, que sitio tan rebosante de oscuridad y corrupción.

Un vago recuerdo en las gentes de Barovia nos pone en la pista de una antigua Fata, aparentemente acantonada en los bosques del sur. Lo que me quedaba por ver, al poco de adentrarnos en el bosque nos damos de bruces con elfos licántropos! No concedo mucha importancia a estos individuos, y a pesar de que uno de los lupinos me derriba y tengo que aguantar su pestilente aliento en mi cara mientras sus dentelladas buscan mi garganta, confío plenamente en las hojas de los guerreros que estoy seguro acabarán con estas alimañas. Como de hecho ocurre, si bien mi sobrecapa de viaje y camisa sufren, dejándome una apariencia de errante en el bosque. Alguien pagará por esta indignidad.

Encontramos el cubil de los licántropos, y no es eso lo que nos preocupa. Más bien lo hace la Fata que buscábamos, ya totalmente bajo el influjo de Ravenloft,


El combate se torna duro, la maldita criatura se las ingenia para dejarnos ciegos a prácticamente todos, mientras sus esbirros licántropos nos entorpecen. Sin embargo, justo un momento anterior a que la Fata me arrebate la visión, el conjuro de Arrasajunglas llega a mi mente. Con un componente de furia por el daño a mis ojos, libero la energía arcana que acaba con toda vida vegetal y ligada a los árboles...dejando a la Fata como un cascarón seco.

Estamos heridos, exhaustos, y a falta de Glaoburz, cegados. No nos queda más remedio que acampar y reponer fuerzas. Por suerte, Ravic se hace cargo de nuestras heridas y ceguera. Casi dan ganas de creer en el panteón Mulhorandí...

Nos queda un último enigma. Un ser de otra realidad confinado en una columna de antiguas eras. Sabemos que será un enemigo temible. Sabemos que nos falta el conocimiento sobre la identidad del demonio. Pero también sabemos que esa columna alberga un gran mal. Y sólo hay un destino para ese mal: la eterna muerte.


No es que nos resulte fácil. La corrupción destilada en la criatura. Su toque hace que mi piel grite como azotada por mil latigazos. Su contacto resulta pegajoso, ineludible, mancha mi carácter, mi alma. Azuth, creo que no podré desprenderme de esta sensación en el resto de mis días.

Por suerte hay algo más fuerte que todo este mal: los Héroes de Freeport!!! Strahd, has de saber que en esta larga lista de espíritus malignos, posiblemente seas el último y más fuerte. Pero tu tiempo llegará y lo hará muy pronto.

Comentarios

Red Langosta ha dicho que…
Luchar contra el mal de Barovia es una tarea ardua y compleja... pero poco a poco os vais abriendo camino entre las sombras, arrancando la oscuridad de raíz.

... Pero, al igual que el que limpia un estercolero, es inevitable acabar manchado.

Muy buena crónica.
Martin Painter ha dicho que…
Ya queda poco para llamar a las puertas del castillo, va a ser el cliffhanger más largo que jamás se haya hecho.
Juanjo ha dicho que…
Eso sí que va a ser un corte épico, parar la campaña con la mano en la puerta del Castillo Ravenloft

Entradas populares

La llave del destino XI - Sombras y recuerdos (Final del primer libro)

Ha pasado otra noche desde entonces y tampoco puedo dormir. Intento evadirme con la guardia y así mantener la mente ocupada con otra cosa. Es extraño, ya que han sucedido una serie de cosas por las que debería estar realmente contento: Hemos derrotado ejércitos y monstruos fantásticos, hemos rescatado inocentes de un final atroz, hemos encontrado objetos maravillosos, hemos conocido criaturas bastante peculiares y me han hecho regalos increíbles. Me siento más rápido y ágil que nunca, pero aún así, me invade constantemente la sensación de que hay algo que no va bien. Recuerdo al kender Caminachiflando en las proximidades del Monte de Malystryx, cuando nos dio una serie de objetos para rescatar a su gente. Acto seguido comenzamos a trepar esa montaña ennegrecida que siempre parecía que iba a estallar en cualquier momento. Subimos a una de las pequeñas chimeneas y nos adentramos en la oscuridad que nos dirigía hacia el corazón de la montaña. Siguiendo el camino, llegamos a una gruta bast

Gritos en la oscuridad

Tras el último encuentro nos encontramos exhaustos, buscamos un lugar donde intentar descansar; ahora el castillo de Ravenloft parece mucho más oscuro y frío que antes, incluso el silencio es distinto en este lugar maldito. Algo perturba la guardia del pequeño pícaro, un grito lejano llama su atención, la voz le es familiar, ¿podría ser la de su compañero desaparecido? El primer impulso de Radek es salir corriendo en busca de su amigo, pero antes despierta al grupo con un grito tembloroso. Nos levantamos y preparamos para ver qué sucede, no se escucha nada. Pharaun calma los ánimos y aclara que esos gritos provienen realmente del castillo y toda la maldad que hay en él acumulada. Tras la última guardia Lagertha despierta a sus compañeros, en su rostro se ve que no ha sido una guardia tranquila, algo la ha perturbado, pero nadie le pregunta por lo que continuamos nuestra marcha fúnebre.  Decidimos volver al túnel que las hormigas gigantes hicieron en la pared, descendemos y avanzamos ha