Exhaustos tras el combate contra el maldito diablillo el grupo decidió continuar explorando el extraño templo aunque sus instintos les decían que salieran corriendo de allí. Confiando en la sabiduría de Thorik continuaron por aquellas habitaciones, pasaron por una sala de tortura y llegaron a una gran estancia que les heló la sangre, un susurro de gemidos y arañazos provenían de varias cajas, en su interior encerrados en ellas cadáveres putrefactos intentaban liberarse y en el centro de aquel macabro lugar un goblin de gran tamaño y tres brazos era Koruvus uno de los seis héroes goblins que vivían en la zona, ¿pero que hacía en aquel lugar? Sin mediar palabra Glin lanzó un hechizo al monstruoso goblin, Dorkas cargó contra él y Stolas lo remató con dos flechas en su cabeza. El combate había terminado en un instante, Thorik bendijo el lugar y dio la paz a las almas en pena que durante años habían estado prisioneras y ahora eran libres por fin. Las últimas habitaciones que encontraron fueron una extraña estancia donde cualquier cosa que entrase en ella levitaba en su interior y otra más pequeña con tres celdas donde se hallaban tres esqueletos con diversas malformaciones, aquel lugar había sido un templo de maldad inimaginable y no merecía la pena pasar ni un segundo más en el.
Tardaron dos horas en llegar al río Cardo mucho antes de lo que habían previsto y desde el río se internaron en el bosque hasta llegar a un enorme zarzal donde encontraron a medio esconder un pequeño agujero que hacía la función de puerta al interior, aunque entraron al laberinto de enredaderas y espinas el grupo decidió explorar el exterior para ver a donde podría llevarle dicho camino. Fue así como descubrieron que el zarzal terminaba al borde del acantilado en un puente colgante que era el acceso a una fortaleza sobre una roca gigante, ahora nuestros héroes ya sabían cual era su objetivo.
Volvieron a la puerta entre las espinas y siguieron un camino recto, al llegar a la primera bifurcación Dorkas iba guiando al grupo giró y se encontró de cara una pequeña explanada alrededor del zarzal y mirándola con la misma cara de asombro que ella un grupo desnutrido de goblins que atacaron nada más ser vistos, pero era evidente que los goblins no eran rivales ni estaban en condiciones para vencer a nuestros héroes que acabaron rápidamente con el numeroso grupo. Reanimaron a uno de los goblins caídos y descubrieron que eran parte de la tribu aplastapájaros muy mermada en sus filas pues fueron los goblins que atacaron por primera vez Cala Arenosa donde su líder murió, desorientados y sin saber a donde ir el resto de la tribu había viajado a Bosque Cardo para pedir ayuda a Ripnugget, más era evidente que éste tenía otros planes para el resto de la tribu y los tenía hacinados en este extraño zarzal. Siguieron avanzando entre ramas, hojas y espinas a pocos metros otro terrero se abría ante ellos muy similar al anterior en medio del cúal se hallaban solo dos figuras, un goblin desafiante portando una varita y una espada junto a un gran felino, la formación ya sabía como comunicarse con estas alimañas y atacaron, Thorik bendijo al grupo en la batalla, Glin usó su magia he hizo que Dorkas aumentara de manera sobrenatural su tamaño, ésta cargó contra el goblin pero sus golpes no acertaban a la maldita criatura, Stolas disparaba sin cesar contra el goblin también pues todos suponían que era el enemigo más peligroso y el que antes debía de morir, llegó el turno del goblin y dando pasos hacia atrás lanzó una llamarada de fuego contra Dorkas mientras el temible felino también ponía todo su empeño en hacer caer a la bárbara, durante unos segundos hubo un intercambio de golpes y hechizos Dorkas cayó al suelo, el felino se abalanzó sobre Stolas, Thorik corrió a socorrer a Dorkas, tardamos en darnos cuenta pero el maldito goblin era un druida y a pesar de que nuestra mejor guerrera había caído él también se encontraba herido y huyó por el zarzal fundiéndose con la vegetación y dejando a su familiar con nosotros, la bestia siguió atacando, pero cuando Dorkas pudo volver al combate al pobre animal no le quedó más remedio que huir, era muy rápido y nosotros habíamos dejado al descubierto la única salida posible, corrimos tras él pero justo cuando llegó al pasillo de espinas dispuesto a correr junto a su amo Dorkas le dio el golpe de gracia y lo mató. El grupo vio a lo lejos el final del zarzal, el puente colgante y como el druida corría hacia la fortaleza y en su interior pensaron que ojalá el goblin hubiera sentido en su interior la muerte de su compañero animal.
Fue un pequeño debate, pero los héroes estaban cansados y heridos, la huida del goblin druida había mermado su moral y su factor sorpresa desaparecido. Tenían que descansar y volver, la idea no era de su agrado pero tenían que hacerlo, mientras se marchaban Stolas miró el puente colgante y tuvo la vaga idea de romper sus cuerdas y dejar que aquellos malditos goblins se pudrieran en esa piedra, pero abandonó dicho pensamiento siguiendo al grupo de regreso al pueblo.
Al volver al exterior en Cala Arenosa era ya de noche habían perdido la noción del tiempo en aquellos túneles y salas, cansados volvieron a la posada recuperaron fuerzas y a la mañana siguiente se dirigieron hacia el cuartel de la milicia en busca de Hemlock al cuál informaron de todo lo que había sucedido en el pueblo durante esos días. Era evidente que con la información de la que disponían el siguiente paso era ir a Bosque Cardo para evitar o sabotear el inminente ataque goblin.Tardaron dos horas en llegar al río Cardo mucho antes de lo que habían previsto y desde el río se internaron en el bosque hasta llegar a un enorme zarzal donde encontraron a medio esconder un pequeño agujero que hacía la función de puerta al interior, aunque entraron al laberinto de enredaderas y espinas el grupo decidió explorar el exterior para ver a donde podría llevarle dicho camino. Fue así como descubrieron que el zarzal terminaba al borde del acantilado en un puente colgante que era el acceso a una fortaleza sobre una roca gigante, ahora nuestros héroes ya sabían cual era su objetivo.
Volvieron a la puerta entre las espinas y siguieron un camino recto, al llegar a la primera bifurcación Dorkas iba guiando al grupo giró y se encontró de cara una pequeña explanada alrededor del zarzal y mirándola con la misma cara de asombro que ella un grupo desnutrido de goblins que atacaron nada más ser vistos, pero era evidente que los goblins no eran rivales ni estaban en condiciones para vencer a nuestros héroes que acabaron rápidamente con el numeroso grupo. Reanimaron a uno de los goblins caídos y descubrieron que eran parte de la tribu aplastapájaros muy mermada en sus filas pues fueron los goblins que atacaron por primera vez Cala Arenosa donde su líder murió, desorientados y sin saber a donde ir el resto de la tribu había viajado a Bosque Cardo para pedir ayuda a Ripnugget, más era evidente que éste tenía otros planes para el resto de la tribu y los tenía hacinados en este extraño zarzal. Siguieron avanzando entre ramas, hojas y espinas a pocos metros otro terrero se abría ante ellos muy similar al anterior en medio del cúal se hallaban solo dos figuras, un goblin desafiante portando una varita y una espada junto a un gran felino, la formación ya sabía como comunicarse con estas alimañas y atacaron, Thorik bendijo al grupo en la batalla, Glin usó su magia he hizo que Dorkas aumentara de manera sobrenatural su tamaño, ésta cargó contra el goblin pero sus golpes no acertaban a la maldita criatura, Stolas disparaba sin cesar contra el goblin también pues todos suponían que era el enemigo más peligroso y el que antes debía de morir, llegó el turno del goblin y dando pasos hacia atrás lanzó una llamarada de fuego contra Dorkas mientras el temible felino también ponía todo su empeño en hacer caer a la bárbara, durante unos segundos hubo un intercambio de golpes y hechizos Dorkas cayó al suelo, el felino se abalanzó sobre Stolas, Thorik corrió a socorrer a Dorkas, tardamos en darnos cuenta pero el maldito goblin era un druida y a pesar de que nuestra mejor guerrera había caído él también se encontraba herido y huyó por el zarzal fundiéndose con la vegetación y dejando a su familiar con nosotros, la bestia siguió atacando, pero cuando Dorkas pudo volver al combate al pobre animal no le quedó más remedio que huir, era muy rápido y nosotros habíamos dejado al descubierto la única salida posible, corrimos tras él pero justo cuando llegó al pasillo de espinas dispuesto a correr junto a su amo Dorkas le dio el golpe de gracia y lo mató. El grupo vio a lo lejos el final del zarzal, el puente colgante y como el druida corría hacia la fortaleza y en su interior pensaron que ojalá el goblin hubiera sentido en su interior la muerte de su compañero animal.
Fue un pequeño debate, pero los héroes estaban cansados y heridos, la huida del goblin druida había mermado su moral y su factor sorpresa desaparecido. Tenían que descansar y volver, la idea no era de su agrado pero tenían que hacerlo, mientras se marchaban Stolas miró el puente colgante y tuvo la vaga idea de romper sus cuerdas y dejar que aquellos malditos goblins se pudrieran en esa piedra, pero abandonó dicho pensamiento siguiendo al grupo de regreso al pueblo.
Con los primeros rayos de sol partieron de nuevo a Bosque Cardo, a los pies del acantilado frente al puente colgante, todo estaba en calma Glin usó su halcón para sobrevolar la fortaleza y dos flechas zumbaron sobre su familiar golpeando una de ellas y haciendo que el halcón regresara junto al gnomo, sabían que estábamos allí, por miedo a la inestabilidad del puente, pasamos de uno en uno usando una cuerda, al llegar al otro extremo pudimos ver más de cerca la construcción y darnos cuenta de que estaba hecha con restos de barcos su madera era húmeda, solo había una entrada intentamos escalar el muro pero era alto y resbaladizo, así que el grupo hizo lo único que podía y sabía que tenía que hacer. Abrieron la puerta y los goblíns cargaron contra ellos...
Comentarios
... Seguro que algo perverso se le hubiese ocurrido al DM, pero bueno jajajaja