Si, estamos en una ciudad, y aquí tendría que sentirme mejor, pero es una ciudad extraña. Además todo lo que la rodea no me da buena espina. Esta extraña raza, los perdonados, no me gusta. A quien siguen? A quien adoran? Ese Morgiv debe demostrar mucho para que confíe en él.
Esa gurú que nos explica que “El mal anida en la mayor de las espirales de la montaña, el camino es tortuoso y plagado de Gigantes” a esta mujer, o cosa, hace falta que alguien le enseñe a expresarse, nos dice que hay con camino secreto, junto al camino dorado.
Le pregunto por información y sobre la superficie y lo único que consigo sacarle es que atienden a las órdenes de unos gigantes que no he escuchado nunca, más adelante nos los encontraremos y os aseguro que no es una experiencia agradable.
Los perdonados nos siguen en las sombras para avisarnos por si aparece algún Gigante. No será por que tienen ordenes de que lleguemos a Karzoug sanos y salvo? No me fio de ellos. Empezamos a andar por las calles de Xin-shalast, las casas son casas para seres de otros tiempos, mucho más grandes que los gigantes, las paredes tan grandes ahogan mi respiración. ¿Qué tipo de seres vivirían aquí? Acaso descubriremos una nueva raza? Acaso hay algo más que no alcanzamos a entender?
Al girar una de las esquinas escuchamos unos silbidos que nos son familiares, los perdonados nos avisan. Nos encontramos con 5 gigantes, 2 de ellos de la Taiga,vistiendo sus pieles características, y 3 de las Tormentas, los dioses de los gigantes, los que se sitúan, en el Ording, por encima de todos los gigantes y que normalmente no suelen inmiscuirse en temas de los otros Gigantes. Este combate puede ser duro. Stolas lanza sus flechas y echa abajo a uno de los gigantes de la Taiga, creo que esto no va a ser tan fácil. Soros lanza lentificar y afecta a uno de ellos. Yo empiezo a danzar y de mi voz sale un perfecto gigante,¡¡Arrodillaos!!, cual es mi sorpresa que estos gigantes no son afectados por los encantamientos. Este combate no va a ser tan fácil. Dorkas la Barbara se abalanza contra ellos y echa abajo a 2 de ellos, no me gustaría tenerla como enemigo, es una gran compañera que hay que cuidar para que no nos pase nada. Soros empieza a conjurar y les lanza varios rayos que les hace bastante daño.
Espero a ver si puedo contrarrestar su hechizo que han lanzado de rayos, y no lo consigo, no estoy en mi mejor día. Stolas sigue llenándolos de flechas. Dorkas, cae al suelo tropezándose.
Consigo anular uno de los conjuros de rayo del maldito gigante de las tormentas. Stolas vuelve a lanzar una andanada de flechas y caen los dos últimos gigantes. Este frío no me sienta bien, odio la naturaleza, odio todo lo que tiene que ver con ella como este maldito frío.
Seguimos nuestro camino, vemos una estructura que supera los 200 metros de alto.
Parece un campamento de refugiados militar de gigantes. Un Dragón se acerca a la cúpula y se ve como si estuviera hablando con alguien.
Llegamos a una zona que parece una selva, la vegetación aquí es grandiosa, no quiero acercarme a aquello, esto no debería estar aquí. Alguien nos observa desde allí, pido a mis compañeros seguir para adelante. Esto no me da buena sensación.
Volvemos a escuchar los silbidos, vemos como un gigante de piedra se nos acerca enseñando las manos. Me adelanto y le pregunto como se llama. Se llama Gyukak, nos pide ayuda para organizar una rebelión.
No me fío de los perdonados, me voy a fiar de él? Nos habla de los Gigantes de las Runas, le pregunto por ellos, dice que ningún gigante es capaz de hacerle frente a estos gigantes, se ve que ya los Gigantes de las tormentas no son tan dioses, tienen a otros gigantes por encima suya en el Ording y además su líder es Karzoug. Lo tiene pensado, veo que oculta algo. Le invito a que nos diga lo que nos oculta pero es imposible sonsacarle nada.
Nos pide que nos dirijamos al norte y que produzcamos una gran distracción para que ellos puedan escapar. Nos cuenta que al norte está la cueva de Karzoug. Le preguntamos por el camino que estamos buscando y nos dice que una gran bestia está custodiando la entrada.
El grupo está de acuerdo en ayudarlo, no me fío, esto nos va a salir caro.
Empezamos a andar y damos con una casa donde refugiarnos y hacer noche. La casa es opresiva, aquí un Gigante se sentiría como yo en una casa de Gigantes.
Cuando estamos a punto de echarnos, nos emboscan varios Gigantes, 2 de ellos de las tormentas, uno de las nubes, y otro de nunca habíamos visto y concuerda con la descripción de Gyukak, Son Gigantes con una altura mayor a la de las Tormentas, con el cuerpo lleno de runas bastante reconocibles por todos nosotros, con grandes colmillos y blandiendo unas espadas tan altas como un gigante de las tormentas, desde ahora los Gigantes de las runas, nos rodea una niebla que no nos permite ver.
Primero hago desaparecer las nubes que no permiten ver a Dorkas y a Stolas. Y empiezo a cantar y bailar, esto no me gusta, nos siguen los pasos. Dorkas sube y le embiste al Gigante de las runas. El combate es duro, pero Soros se saca un as de la manga, de un golpe atonta al gigante de las runas. Eso nos da un respiro. La bárbara, Dorkas, llevada por mis palabras acaba con el gigante de las nubes. Stolas sigue pareciendo una máquina de un gnomo.
La Barbara remata al Gigante de las runas. Si no fuera por el Magus, estaríamos posiblemente muertos. Terminamos el combate con la sensación de que esta misión no va a ser fácil.
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