"¿Quienes son todo esos de ahí delante?" La voz de Ravic me devuelve a la realidad. He estado sumido en mis pensamientos y recordando el final del combate de ayer con el dragón formado por espíritus...Azuth, fue ayer, podríamos decir que hace horas, y se me antoja que ocurrió hace más de un año...sí que puede hacerse largo un camino tan corto como el de subida al Castillo de Stradh, que tan bella y a la vez aterradora imagen ofrece desde abajo.
Esperando encontrar la negrura por anfitrión, levanto la vista ante el comentario de Ravic. Todavía hay esperanza. Una sonrisa que algo tiene de amarga pero que no puedo reprimir del todo. El pueblo de Barovia junto a nuestros aliados se ha levantado para asaltar el castillo. Sería conmovedor si no significase la muerte segura de unas almas inocentes que por mucho han pasado ya. Nos cuesta su decepción, pero la decisión del grupo es unánime. No necesitamos consensuarlo: deben marchar a casa y dejarnos a nosotros con la misión. Por suerte son razonables y nos dejan solos ante la imponente puerta, abierta en una retorcida bienvenida.
No obstante, decidimos reconocer las inmediaciones del castillo para saber a que nos enfrentamos y descartar peligros inesperados.Tras una escalada poco estética pero efectiva, pasamos una de las puertas de rastrillo: ¡la Torre del Dios Amarillo está aquí! Cuatro golems de piedra han sido fusionados a ella, marcando los cuatro puntos cardinales. Dejamos la torre donde está con plena certeza de que volveremos a ella pronto.
Una vez recorrido el jardín, si es que se puede llamar así a la colección de plantas agonizantes, nos asomamos al mirador. Parece estar lejos y a la vez a nuestros pies: Barovia.
Ahora sí, es el momento de entrar en este maldito castillo. Mystra, la luz parece perderse en estas...¿puertas o enormes fauces?. Ha llegado la hora. No tardamos en encontrar nuestro primer recibimiento, estatuas animadas de dragones junto a gárgolas monstruosas se abalanzan sobre nosotros. Las espadas de mis compañeros dan buena cuenta de ellas.
Lo primero que aprendemos del castillo es que es un auténtico laberinto. Lo segundo es que nada es lo que parece. Todo está retorcido por la influencia de Strahd. En lo que debió ser una magnífica capilla hecha para el regocijo de los habitantes del castillo, yace un cadáver de un sacerdote de alguna religión olvidada y maligna...Azuth, ¿cuantos dioses antiguos hemos de encontrar?
No es que nos de tiempo a pensar mucho en ello. La capilla se llena de lobos, aparentemente no siendo un gran peligro para nosotros. Empezamos a dar cuenta de ellos cuando un siseo junto a mi espalda hace que me de la vuelta a tiempo para ver dos ojos de luna roja en cuerpo de lobo...su dentellada casi me arranca un brazo, robando mi energía vital. Doblo la rodilla perdiendo sangre, energía arcana y parte de mi alma.
Mis compañeros cambian rápidamente de objetivo, si bien en este caso la piel del lobo es mucho más dura que la piedra..."plata" pienso entre jadeos...creo que no aguantaré otra dentellada así. Tengo sólo una fracción de segundo antes de que este maldito lobo que encarna Strahd vuelva a la carga: recuerdo el último combate. Vaciándome de poder, dirijo un rayo blanco como la luz del sol concentrando toda la energía positiva que soy capaz de reunir. Acierta en su piel, disgregando todo el enorme lobo en motas de niebla, no sin antes prometerme con la mirada que no será la última vez...
La magia curativa hace poco menos que un milagro. Nos disponemos a seguir avanzando por el castillo, ¿he mencionado que es un auténtico laberinto? Escaleras infinitas, puertas secretas...otra habitación de dos tronos en el que uno falta, Azuth cuanto dolor e ira hay aquí...entrando a esta sala una presencia empieza a formarse, trayéndonos nuestros peores recuerdos de Freeport. Sin embargo, yo sólo puedo ver un par de ojos que se acercan...
Comentarios
Sin duda el tiempo es confuso dentro de los dominios del vampiro... Parece que han pasado casi dos años, cuando no hace un día que visteis cómo se apagaban los ojos de Madame Eva. Igual tiene que ver la Torre del Tiempo que controla Strahd. Quién sabe.
Y no sólo el tiempo es confuso, sino el espacio... Ya que es muy posible que más de uno se pierda dentro del castillo. Sólo espero que ese alguien no sea yo XD
Y qué ganas de seguir descubriendo sorpresas...