Continuamos caminando por aquellas extrañas salas y pasillos en busca de Mokmurian, sabíamos que la confrontación final se hallaba a cada paso que dábamos. Abrimos unas enormes puertas de bronce y accedimos a una sala custodiada por tres extraños perros de mirada vacía e inteligente que nos atacaron nada más vernos. Dos de estos gigantescos perros se teletransportaron justo a nuestro lado, mientras Dorkas lanzaba sablazos en todas direcciones golpeando a los perros, Soros los remataba con su estoque. Y el único perro que no se había acercado a nosotros murió saeteado por las flechas de Stolas. La habitación se encontraba vacía, seguimos acercándonos a nuestro objetivo y dimos con una puerta con el símbolo del Sihedron tallado en la madera, nuestro instinto nos decía que tras aquella puerta nos aguardaba Mokmurian, Torik comenzó a conjurar hechizos de protección a nuestro alrededor, estábamos listos para enfr...
Frikadas & crónicas del entorno rolero, fetenero y phoskitero cordobés