Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2020

La Torre Negra

La gigante de piedra nos indica con gestos que nos acerquemos a ella, a pesar de su aspecto no parece una amenaza y al acercarnos nos susurra que la sigamos. Nos guía por la galería de túneles ante un altar y una pared pintada con escenas de caza, gigantes y muerte, allí nos dice su nombre, Conna y nos pide ayuda para terminar con la locura de Mokmurian.   Tiempo atrás Mokmurian fue exiliado de su tribu por utilizar las artes prohibidas, pero tras varios años regresó de su exilio, retó y venció al líder Vandarek. Bajo su mando Mokmurian viajó con su tribu hasta Jorgenfist y frente a un altar azotó a Vandarek hasta su muerte. Conna era la mujer de Vandarek y el altar donde murió es la pintura frente a la que nos encontramos y donde nos cuenta su historia. Año tras año Mokmurian ha ido doblegando al resto de tribus de gigantes, solo falta que los gigantes de la escarcha se unan a su ejército y así comenzará su guerra contra el Vasto y contra el mundo. Consolamos a la pobr

Cómo entrar en Jongerfist sin morir en el intento...

Las cosas no iban bien… habíamos tomado la torre que vigilaba la entrada a la hondonada de la fortaleza y derrotado a su guardiana, pero ¿nuestro intento de pasar desapercibidos había sido en vano? El tiempo transcurría inexorable y cada segundo perdido podía dar al traste con toda la operación. Sin tiempo apenas para maldecir nuestra falta de pericia y con el soplo del desastre bufando en nuestra nuca, planeamos meticulosamente nuestro siguiente paso. No podemos entrar de frente ni arriesgarnos a ser descubiertos tratando de penetrar las murallas desde el aire, así que decidimos que, lo más sabio, es dar un rodeo. Tenemos la ventaja que nos da la noche y el ocultamiento proporcionado por las escarpadas montañas de las Púas de Hierro. De esa forma, nos ponemos en marcha alejándonos por el norte, y al abrigo de los riscos nos dirigimos sin dilación hacia la guarida de Diente Largo, el dragón rojo que abatimos en la batalla de Cala Arenosa. Nos lleva varias horas alcanzar el e