Entramos a la gran Torre, su arquitectura rompe con toda lógica, no hay juntas en la pared ni el suelo, parece que toda la torre es una única pieza, totalmente lisa y negra. Un espíritu nos da la bienvenida, su rostro aterrador se despelleja a medida que avanza, sus músculos caen en finos trozos al suelo, al acercarse, su cara vuelve a recomponerse y el proceso de despellejamiento vuelve también a repetirse. "Por fin habéis llegado, llevo siglos esperando... Soy Tarn Riverna, causante de todo este mal, por favor, no os detengáis, continuad vuestra lucha hacia el interior de esta Torre, la espada yace aquí". Recorremos la Torre, buscando el artefacto que pueda derrotar a Kazavon, un pozo en la sala central parece ser el único camino a seguir, sin pensarlo, saltamos hacia su interior. Bajamos varios pisos en caída libre, la magia de Morgana se encarga de que la altura no sea ningún problema, las paredes negras se tornan en venas, arterias, músculos y ligamentos de colores roj...
Frikadas & crónicas del entorno rolero, fetenero y phoskitero cordobés