Me despierto ahogando un grito, empapado en sudor frío, en mitad de la noche. Ha sido mala idea intentar dormir. Acaricio la cicatriz que atraviesa mi cara y baja hacia mi pecho. No sangra, ni corre peligro de infectarse, pero aún duele. Mucho. Es increíble cómo las plegarias de Thorik a su dios consiguieron traerme de vuelta… pero, aún con todo lo conseguido, hay heridas que no terminan de cerrar nunca. Nos preparamos para ir y golpear con fuerza a los Kreeg en su propia fortaleza cuando un estruendo nos envuelve y agua y cascotes se dirigen a toda velocidad, río abajo, hacia Caparazón Ferry. Con el corazón en un puño, cogemos nuestras pertenencias y corremos todo lo que nos dan los pulmones río abajo para intentar llegar a tiempo y minimizar el desastre. Llegamos justos para salvar a los niños de la escuela de ser engullidos por una serpiente enorme, que derribamos sin esfuerzo. Pero cuando estábamos organizando a la gente para que se pusiera a salvo, nos dimos cuenta de qu...
Frikadas & crónicas del entorno rolero, fetenero y phoskitero cordobés