El tiempo es el bien más preciado que nos dieron los dioses. Las riquezas obtenidas, las experiencias vividas, las almas encarnadas que se cruzan en nuestro camino... vienen y van. Pero el tiempo transcurre inexorable, sin que haya posibilidad de regreso. Llegas a este mundo sabiendo que tu existencia es finita… Mas nada de esto es así en esta extraña dimensión. Aquí el tiempo se ha detenido por obra de una poderosa y antinatural magia; una magia que imbuye cada rincón de este plano de arcana artificialidad… Y el sector del Señor de la Avaricia no era una excepción. Después de dejar atrás la sala de los diablillos en remojo, nos adentramos por los pasajes y cámaras del complejo. Buena información nos dieron los demonios acuáticos y así tenemos cierta idea de lo que encontraremos tras cada habitáculo visitado y cada recodo doblado. La arquitectura simétrica del lugar aventura y predice qué encontraremos a uno y otro lado… Entramos en una cámara, ocupada por una pila...
Frikadas & crónicas del entorno rolero, fetenero y phoskitero cordobés