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Confusión

La rueda del destino gira constante e inmutable. 

La rueda continúa girando. 

El destino gira, que gira. Rueda que rueda. 

Por la corriente del tiempo, bajo las aspas de la vela. 


El caos reina por toda la ciudad; incendios en las calles, hipogrifos surcando los cielos, gritos y más gritos.


-"¡El fin de los tiempos ha llegado!"

-"¡El ojo de Shar se ha posado en Korvosa!"

-"¡Muerte a la reina, muerte a la usurpadora!"

La situación de la ciudad es similar a la del grupo de aventureras que se acaba de conocer, la amenazadora bárbara nos grita mientras comienza a correr:

-"¡He de comprobar algo urgentemente, me reuniré con vosotras más adelante, adiós! ".

Los corderos de Lamn han desaparecido también, solo Lunbig permanece con nosotras, por lo que decidimos devolverla sana y salva a su casa. Durante el camino, un loco vocifera a gritos que el mundo se ha terminado, cuando se percata de nuestra presencia, avanza con ímpetu hacia nosotras. 


-"¡El fin del mundo ha llegado! ¡Muerte en Korvosa! ¡Vosotros... Si, vosotros también lo sabéis, los veo en vuestros ojos!" Dice mientras extiende sus brazos para agarrar a Bensa. Variel intenta golpearlo, pero no consigue acertarle, Morgana intenta agarrarlo y en la confusión del forcejeo, el loco profeta se enzarza con la joven hechicera. Finalmente lo empujamos lejos de nosotros haciendo oídos sordos a sus absurdas palabras.


Mientras corremos hacia la casa de Lunbig, oímos unos gritos que captan nuestra atención.

-"¡Tú rata asquerosa, tienes pinta de no haber trabajado en tu vida!"

-"Yo lo conozco" dice la voz de una mujer. "Por su culpa mi marido perdió un brazo, es hora de ajustar cuentas con él, vamos a cortarle los dos brazos".

-"¡Auxilio, que alguien me ayude!"

Variel se acerca lentamente a la muchedumbre que rodea a un hombre tirado en el suelo, mientras habla con ellos, consigue calmar los ánimos y la turba comienza a dispersarse.

-"Levántate y busca refugio en cualquier lugar, vuelve a tu casa y cierra con llave".

-"Gracias, muchas gracias, mi nombre es Amin Jalento y os juro que no lo olvidaré, tomad mi anillo, no es mucho, pero es lo único que tengo".

Jamil se saca el anillo del dedo y tras entregarlo, corre por la calle y desaparece entre los edificios de Korvosa.


Por fin llegan al hogar de Lunbig y Morgana, Villa Verdosa, el camino se ha hecho eterno, los disturbios continúan, pero tras los muros de la villa parecen estar protegidas.


Al día siguiente, las revueltas continúan, decidimos salir para dar una sepultura digna a los restos de Zelara y regresar a su casa para intentar averiguar quién fue la persona que nos reunió o qué sucedió aquella noche que nos conocimos.


De vuelta a la calle Lanceta; en casa de Zelara, todo es distinto en el interior, el suelo está lleno de polvo, los muebles rotos y estropeados por el tiempo. Mientras recorremos las habitaciones, algo se mueve en la bolsa de Bensa, la clérigo saca de su interior la baraja de cartas y un aura de un color azul brillante emana de ellas, comienza a formarse una imagen que todas reconocen, es Zelara. 


-"Muchas gracias por acabar con Graeden" dice el fantasma de la adivina - "Hace meses ese malnacido asesinó a mi único hijo; cegada por la ira, yo misma fui en su busca para acabar con él, pero no tuve ninguna posibilidad, al morir, mi espíritu se vinculó de alguna manera a mi tarot, y os buscó para que cumplierais aquello que yo no pude realizar en vida". 

"Pensaba que la muerte de Lamn me daría el descanso que ansío, pero no ha sido así. Creo que todavía tengo una misión que realizar, y esa misión está relacionada con vosotros"

"Por favor, llevad mi tarot y cuando el destino lo dicte acudiré a vuestra llamada". 


Salimos de la casa de Zelara pensativos, mientras el caos continúa sin cesar. No somos conscientes del terror que nos acecha. 


Unas risas resuenan entre los edificios, cada vez más agudas e intensas, sobre nuestras cabezas cuatro diablillos revolotean, gruñen y chillan. De sus diminutas bocas brota un extraño sonido, casi parece una canción. 

Goelezar escucha como los diablos le hablan, parece que tienen algo que decirle:

-"No son tusss amigosss, te mienten, te traicionan. Escuchanosss, haznosss cassso... Lucha contra ellosss". 

El elfo no puede resistirse, aunque lo intenta, desenvaina su espada y se dirige hacia Bensa, un golpe, una estocada. Pensaba que eran camaradas, pero una vez más la gente de Korvosa le ha decepcionado. 

Variel ve como el explorador se ensaña con su compañera Bensa, tiene que detenerlo. En su mente imagina lo fácil que sería acercarse por la espalda sin que Goelezar se diera cuenta, un ataque certero con su daga justo en la espalda y caería al suelo de un solo golpe... -"¡No!, es muy peligroso, piensa otra cosa Variel, piensa". 

-"¡Corred, corred con todas vuestras fuerzas!" grita el pícaro mientras huye del combate. Bensa lo mira y hace lo mismo. Morgana no duda y corre lo más lejos que puede. 

Los diablillos ríen a carcajadas, Goelezar guarda su arma y se aleja tranquilamente del lugar, ha visto la luz, ha visto el engaño y les ha dado una verdadera lección a... Espera, el elfo se detiene en seco, en su rostro triunfante una mueca de duda y dolor, mientras pregunta para si mismo, "¿qué has hecho Goel, qué demonios has hecho?" 


El desorden gobierna en la ciudad, las cuatro se han separado y andan perdidas sin saber donde se encuentran sus compañeras. 

-"¡Black Jack, el nos ayudará, ya veréis como vuelve Black Jack en estos días de necesidad!" gritan desde un atril improvisado. 

-"¡El senescal ha matado al rey, ha sido el senescal!" vociferan un grupo de personas armadas con palos y piedras. 

-"¡El rey está vivo, sigue vivo! ¡No creáis las mentiras de las serpientes embusteras!" exclama la gente desde sus balcones. 

Korvosa entera está en llamas, la guardia de la ciudad no descansa intentando sofocar las revueltas. 

Por suerte, nuestros héroes se reencuentran en la taberna "La hamaca chirriante", posiblemente la única posada abierta en toda la ciudad. El sitio está vacío, sólo un pobre borracho en la barra ahoga sus penas en cerveza, esperando que todo pase.


 Su nombre es Grau, soldado de la guardia de Korvosa, la presión ha podido con él y se está dando un obligado descanso. 

Dialogar con Grau es inútil, pero el encuentro sirve para que las cuatro recuerden el broche de la Reina que encontraron entre las pertenencias de Graeden Lamn. Quizás no fuera el mejor momento para devolverlo o quizás si, pero de camino al castillo, nadie es consciente de la locura que van a cometer. 


Al acercarnos al castillo de Korvosa, vemos más de cerca el impresionante edificio de color negro azabache y como sus torres parecen garras que arañan el cielo. 

Llegando a sus puertas, los primeros centinelas que nos encontramos nos cortan el paso. 

-"¿Dónde creéis que vais?" 

-"Venimos a entregar un objeto perdido a su majestad la reina" responde Bensa. 

-"¿De dónde habéis salido vosotras? Mirad a vuestro alrededor, abrid bien los ojos. La reina, no va a recibir a nadie ahora, marchaos". 

Bensa saca el broche y se lo enseña al guardia, éste traga saliva y dice:

-"Esperad aquí, ahora vuelvo". 

Minutos después, bajando por las escaleras de la entrada a palacio, regresa el guardia acompañado de una mujer de porte solemne, la cuál viste una armadura completa con los símbolos de la reina. 


-"Hola, ¿puedo ver el broche por favor?" dice la mujer con una voz recia. 

Bensa enseña una vez más el objeto. 

-"Muy bien, mi nombre es Sabina Merrin, acompañadme al interior. Gracias por tu trabajo soldado, ahora vuelve a tu puesto, ya me encargo yo a partir de ahora". 

Acompañamos a la guerrera al interior del castillo. Por unas escaleras llegamos a una gigantesca sala, llena de espejos, telas que adornan el techo y un trono de color rojo en mitad de la estancia, donde la reina se haya en silencio. 

-"Dame el broche". Sin decir ni una palabra, Bensa entrega la joya a Sabina mientras mira de reojo a sus compañeros. 

Sabina Merrin se acerca al trono y entrega la joya a la reina.

La reina lo examina entre sus manos, se levanta y se acerca lentamente a Variel, Goelezar, Morgana y Bensa. 


-"Nunca habría podido imaginar, que en el momento más difícil de mi vida, volviera a encontrar este broche. Ahora veo claramente que en los días más oscuros de Korvosa, hemos de llevar luz, por pequeña que sea. No puedo dejar que la ciudad se abandone, no puedo dejar que la ciudad se destruya. Gracias de todo corazón".

Antes de que ninguna pudiera responder, su majestad se da la vuelta y se marcha de la habitación, dejando a los cuatro héroes junto a Sabina Merrin.

-"Muy bien, hoy es el día más grande de vuestras miserables vidas muchachas, la reina Ileosa nunca se para a hablar con el pueblo y mucho menos a dar las gracias". Dice Sabina en un tono mas distendido. 

-"Creo que ahora mismo necesitamos a gente como vosotras. Con aptitudes y decisión, ¿qué me decís? La ciudad está sumida en el caos, ¿queréis ayudarnos?" 

-"Por supuesto que queremos ayudar" dice Variel, - "¿Qué tenemos que hacer?" 

-"Pues para empezar, acudid a la ciudadela Bolchenek. Allí nuestra mariscal de campo se está encargando de poner orden en todo este lío, pero sé que necesita toda la ayuda posible, están desbordados allí abajo, ayudadla y seréis recompensadas". 

-"Cualquier ayuda a Korvosa es suficiente recompensa" se apresuró a decir Bensa, "¿pero cómo nos presentamos en la ciudadela? ¿Así sin más?" 

-"Exacto jovenzuela, id a Bolchenek, preguntad por la mariscal Cressida Kroft, ella ya sabrá quienes sois". 

"Es tarde y he de irme, mis obligaciones no me permiten seguir hablando con vosotras, saludad a Kroft de mi parte cuando la veáis. Fidelidad y fuerza". 


A solo dos horas del palacio se encontraba la ciudadela de Bolchenek, allí la actividad era frenética, patrullas de guardias iban y venían, heridos en el suelo, gente dando órdenes, gritando y señalando por doquier. 

Al primer soldado con el qué nos topamos le preguntamos:

-"¿La mariscal Cressida Kroft?" 

-"Seguid todo recto, el primer edificio que veáis con el techo de color verde, allí la encontrareis". 

Llegamos al edificio indicado, los guardias no paran de entrar y salir, en el interior una única sala con una gran mesa en el centro, llena de mapas, figuras y armas; dando vueltas a su alrededor, una mujer uniformada con la armadura de Korvosa, no levanta la mirada de los mapas hasta que llegamos justo frente a ella.

-"¿Y vosotros quienes sois?" 

-"Hola Cressida. Saludos, soy Morgana y éstos son mis compañeros, Bensa, Variel y Goelezar, nos envía Sabina para ayudar a restaurar el orden en la ciudad".

-"¡Ah, si! Hace poco más de una hora me comunicaron vuestra llegada, la ciudad es un completo caos, eso ya lo sabéis, pero nos está costando mucho más de lo que imaginábamos restaurar la normalidad. Hemos pedido ayuda a los caballeros infernales, también a los magos de la academia, pero éstos últimos han cerrado sus puertas a cal y canto, no quieren saber nada de las revueltas".

"Para colmo de males nuestros guardias han empezado a desertar, no acatan nuestras órdenes y así es imposible organizar nada. Os necesito justo en este punto, no puedo permitirme más soldados díscolos" . 

Nos mira a todas y dice: "Al grano, Berik Vankaskertin, lo quiero de vuelta, vivo o muerto, pero traédmelo aquí como sea, me gustaría poder preguntarle algunas cosas, os daré 500 monedas de oro si lo traéis con vida, la mitad si no tenéis alternativa. Id a la parte baja de la ciudad, me han informado de que Berik se esconde en la única carnicería del distrito".

"Y ahora dejadme en paz. Fidelidad y fuerza". 


Tal y como dijo Kroft, la carnicería fue fácil de localizar, en el exterior se podía leer: "Toda la carne del mundo". 


Un guardia vigilaba la entrada principal, está vez decidimos actuar sin subterfugios. 

-"Buenas noches, venimos a ver a Berik". 

-"Largaos, ya no recibimos a nadie" gruñe el gorila de la puerta. 

-"Mira, piénsalo bien, tenemos un mensaje muy importante para Berik, si se entera de no le llegó por tu culpa, te vas a meter en un buen lío". Le respondió Morgana

-"¿Qué lo piense? No lo voy a repetir escoria, marchaos ahora mismo de aquí". 

-"Disculpa, sabemos que te queda poco tiempo, porque igual que tu familia ha sido sacrificada, tú vas a correr la misma suerte, cerdo de mierda" dijo con toda la rabia del mundo Variel. 


En un instante comenzó una lucha con el vigilante de la entrada, otros empleados y Berik Vankaskertin acudieron al escuchar la escaramuza letal. Golpes, estocadas, hechizos y plegarias, pronto quedó solo Berik en pie, con su arco en alto haciendo frente al improvisado grupo de soldados de Korvosa. Es solo cuestión de tiempo, cuatro contra uno, Berik no tiene ninguna opción de ganar, es reducido y junto a dos de sus hombres, atado y amordazado. 

Durante la inspección del matadero, descubrimos algunas cosas cuanto menos inquietantes, restos humanos; anillos, joyas y otro tipo de objetos enterrados en el suelo; una daga mágica, sin magia; y una carta con un nombre, Arkona, el apellido de una de las familias más influyentes de Korvosa. 

Antes de entregar a Berik, queríamos respuestas. 

-"Dinos qué hacías aquí Berik y ¿por qué has desertado?" 

-"La reina ha causado todo ésto, ella ha traído la ruina a Korvosa. Yo solo quería ayudar dando carne gratis a la gente más necesitada" 

-"¿Y el dedo del desagüe?"

-"¿Qué dedo? ¿No se de qué estáis hablando?" 

-"¿Ah, no? ¿Tampoco sabes nada de los objetos enterrados en las porquerizas?" 

-"¿Objetos, qué objetos? De verdad que no lo sé, tenéis que creerme, por favor, no se nada". 

Era difícil saber si Berik decía la verdad o mentía, quizás la guardia de Korvosa lo descubra. Los cuatro entregaron a Berik y sus esbirros a las autoridades. Cressida Kroft tenía a su desertor, la misión había sido un éxito. 

-"Mariscal Kroft, hemos cumplido con el trabajo, ¿hay algo más en lo que podamos ayudar?" 

-"Es posible que si, es posible que haya algo más que podáis hacer por mí y sobre todo por Korvosa". 


 

Comentarios

Red Langosta ha dicho que…
Muy buena, Martín! Para haberla hecha con el cerebro frito y sin recordar, ha sido bastante fiel en su mayoría.

Ya habéis captado información bastante importante, así como gente que os acompañará a lo largo de la campaña.

Y ya se ha visto parte del potencial de los futuros héroes de Korvosa como agentes del orden en la ciudad. O, más que héroes de Korvosa, los héroes de la reina, tal y como dijo Juanjo.
Juanjo ha dicho que…
Buenísima crónica! Como nombre de grupo mola, los Héroes de la Reina!
Martin Painter ha dicho que…
Pues la verdad es que no está mal el nombre de los Héroes de la Reina, pero ya tanto héroe podría variar, no se el qué, los escudos de la Reina, protectores de Ilania, soldados de la emperatriz, ni idea... A ver que se nos ocurre.
Red Langosta ha dicho que…
Me parece muy buena idea. Lo único es que es Ileosa ;)
Dorkas ha dicho que…
Ilania, Ileosa , qué más da 😂😂😂
Muy buena crónica Martín

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