Las puertas del oneroso e impresionante templo a Loviatar se abren ante nosotros. El símbolo del látigo de nueve colas se parte por la mitad cuando la enorme puerta de doble hoja nos deja paso sin hacer el más mínimo ruido. Entramos a una especie de recibidor, que me da por bienvenida al posar el primer pie dentro del templo un grito ensordecedor en mi mente y un golpe inmaterial que me arroja al patio como un guijarro arrojado por una cría goblin. Sacudiéndome el polvo y aguantándome el dolor en las costillas, le pido a Bensa que sea ella quien rompa la barrera mágica, no sin antes curarme. El templo está bien guardado, nos encontramos tanto con un elemental de agua como con los espíritus torturados de varios clérigos de Loviatar que se suicidaron dentro del templo, entendemos que ante la desesperación en la caída de su líder. Desde luego el lugar es tanto o más siniestro incluso de lo que esperábamos, con una despensa dedicada a órganos de humanoides encurtidos para un gusto inh...
Frikadas & crónicas del entorno rolero, fetenero y phoskitero cordobés