Caminamos con determinación, en una oscuridad teñida de rojos magmáticos, llena de los sonidos del desierto volcánico. El tintineo rítmico de nuestras armaduras rompe la melodía de la brisa abrasadora y sulfurada. ¿O la completa? Kendermore, o más bien sus ruinas aparecen bajo nuestra vista, el pequeño guía que nos acompañaba contra su voluntad, es por fin libre. Le cedemos algo de agua y comida, sabrá arreglárselas, es un ser digno de respeto, aunque conduzca su vida por un camino equivocado. Espero que el dios búfalo lo ilumine en su camino a casa. Inspeccionamos la ciudad, con la esperanza de encontrar a los colonos de Port Balifor, con la esperanza de encontrar señales que nos conduzcan al Ogro titán. En los edificios más solemnes, si algo en esta ciudad pudo ser alguna vez solemne y no un chiste para tahúres ebrios, en el ayuntamiento, la más curiosa de las criaturas, despreciable, sucia, estúpida y al tiempo tierna nos sorprende. Enanos gully cuenta HairyFingers, pide cle...