El grupo de aventureros continúa explorando el castillo de Korvosa, sus habitaciones, torres y salas se encuentran vacías, parece que fueron abandonadas hace tiempo. Solo queda la sala del trono, seguramente vacía al igual que la mayor parte del castillo, no podían estar más equivocados. En mitad de la sala, sentada en su trono, se encuentra Ileosa, protegida por su corte de doncellas grises y perros de guerra.
La reina exige la rendición total a los héroes de Korvosa, su rebelión ha de terminar, pero sus palabras caen en saco roto, pues nuestros aventureros tomaron su decisión hace ya mucho tiempo. Atacan sin dudar a la reina, las doncellas no son rivales para ellos; y aunque se enfrentan a otros enemigos escondidos en las sombras y su senescal Togomor, ha llegado la hora de terminar con el reinado de la reina Ileosa. Pero en un giro inesperado, el cuerpo de la reina se convierte en sangre, que queda desparramada por toda la habitación, todavía sorprendidos y con enemigos a los que vencer, los héroes no tienen tiempo de pararse a pensar que ha podido suceder.
Tras la breve victoria, Bensa reconoce el hechizo lanzado por Ileosa, ha creado una falsa imagen de ella, todavía queda trabajo por hacer.
Los últimos recovecos inexplorados del castillo, llevan a los aventureros a los aposentos de la reina, habitado por el demonio Serminatto "Señor de las sanguijuelas y las arenas movedizas", pero a pesar de todo su poder demoníaco, Serminatto no puede evitar en convertirse en el último enemigo derrotado del castillo Korvosa. Por fin, el castillo ha sido liberado.
Tras los muros del castillo, el pueblo de Korvosa ha librado también su propia batalla, los rebeldes han salido en busca los agentes y doncellas que dominaban las calles con mano de hierro, todo el pueblo unido, se ha alzado contra sus tiranos.
La victoria es breve, pues Ileosa se haya realizando el ritual que vincula las vidas de todo Korvosa a su búsqueda de la vida inmortal, ha de ser detenida.
Gracias a toda la información encontrada en el interior del castillo, Bensa, Morgana, Variel e Iru, saben que su antigua monarca se haya en un lugar llamado la Reina Hundida. Haciendo uso de sus plegarias, Bensa transporta a todos sus compañeros al exterior del templo donde se encuentra Ileosa, ha llegado la hora de rendir tributo a la reina.
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