Creo que desde que La Symbul me miró a los ojos, en aquellos días que ahora se antojan tan lejanos en Aglarond, no había estado tan seguro de sentir el tejido del Destino siendo hilado por los dioses justo delante de nosotros...
Tras recuperarnos durante una noche infernal en La Sangre de la Viña, nos decidimos a partir hacia la iglesia de Lathander. No sin antes recibir una visita nocturna de Strahd en forma de bandada de murciélagos. Sé que quiere vigilarnos, que necesita conocernos. Le daremos ese placer muy pronto. Por mi parte siento hasta simpatía por su uso del escudriñamiento arcano. Como iba diciendo, no tardamos en asaltar la iglesia de Lathander.
Tengo que admitir que ni siquiera yo me esperaba esto: el sacerdote completamente demente, la iglesia plagada de no muertos, los iluminadores convertidos en zombies y lo peor de todo: el hijo del sacerdote convertido en un auténtico insulto a la vida y a la cordura:
Sinceramente, creo que con todo estamos dando el descanso a unas almas que clamaban por ello. Un diario que nos da muchas explicaciones, nos pone sobre la pista del Tomo de Strahd y que casi me cuesta una parte de mi ya maltrecha cordura...
Lo más relevante es que la tal Irina no es quien piensa su "hermano" ni ella misma. Cuando nos despedimos de ella para buscar a Madame Eva, sigo pensando en si deberíamos revelarle la verdad. Y sus marcas de colmillos en el cuello no ayudan a esclarecer lo correcto.
Está claro que todo pasa por hablar con Madame Eva. Por cierto que antes nos encontramos con Urik. Es curioso como en aquellos sitios más abyectos, rebosantes de malignidad, aparecen espíritus libres llenos de bondad y dispuestos a morir por aquello en lo que creen y por ayudar al prójimo. Como iba diciendo, creo que Madame Eva es posiblemente un ser que esconde mucho de su verdadera naturaleza, y aún así es impresionante,
Los hilos del Destino ante nuestros ojos. Muchas preguntas y pocas aunque reveladoras respuestas. El Símbolo Sagrado del Cuervo para dañar el alma de Strahd. La Estrella de la Mañana para herir su cuerpo. El Tomo de Strahd para acabar de una vez por todas con él. Y el mayor enigma de todos: Irina.
Comentarios
Muy buena crónica y geniales las imágenes (no conocía esa imagen de Madame Eva y está mucho mejor que la del módulo).
He disfrutado mucho dirigiendo esta partida y más después de ver vuestra respuesta.
Y crónica para recordar, ni te cuento. Sois unos fenómenos
¡Menuda aventura nos esperaba y nos espera! Y que un mediano diga eso, queridos camaradas, es mucho decir para el tamaño que tengo ;)
----------------- Radek, el animoso pequeñín -----------
La aventura que todos soñamos disfrutar alguna vez, nos la sirve en bandeja nuestro gran Master! Vamos a matar vampiros!! Siiii!! jajaja