Ah, Strahd, pronto encontrarás la muerte verdadera, y con ella los habitantes de Barovia encontrarán la tranquilidad. No se me quita de la cabeza esa procesión fúnebre en la que almas de aventureros encadenan una noche tras otra de frustración y tortura.
En esta ocasión comenzamos nuestra jornada con un nuevo vistazo a la iglesia de Lathander, ahora pasto de la batalla que libramos. Mientras comento con Ravic los aceites que pueden aún aprovecharse del malogrado laboratorio de alquimia, Radek aparece con esa típica sonrisa y una cadena hecha de un mineral de otro mundo. Su fulgor revela magia antigua y poderosa. Que espectáculo, que artes arcanas están contenidas en ese trozo de metal esculpido hasta formar un arma mortal! Y bien sabe Strahd que será una de las víctimas más famosas del mismo.
Sabiendo ya que nuestro siguiente objetivo se halla en la falsa tumba de Sehm, nos ponemos en rumbo a ella. Tengo que admitir que mi recelo hacia Madame Eva se está tornando amistad e incluso una pizca de admiración en lo referente a sus dotes adivinatorias.
De camino nos topamos con otra tumba, un tal Mikhail. No podemos resistirnos a echar un vistazo en lo que parece otro escondrijo del mal, y vaya si lo es...
Nada menos que una arpía no muerta. Desde luego este "reino" de Strahd no escatima en sorpresas. Gracias a la magia protectora de Ravic evitamos que el exterminio de estos seres abominables se nos complique. Eso sí, a cada paso el horror es de mayor magnitud.
Pues bien, tras aprovisionarnos y pertrecharnos para ello, por fin podemos ir a la falsa tumba. Y en ella encontramos un sarcófago de piedra romo, gastado. Yo diría que un poco tosco incluso. Dentro por fin hallamos el Símbolo Sagrado del Cuervo. El metal y la cadena tintinean en el cuello de Ravic como música que él mismo interpretase.
La Estrella de la Mañana y el Símbolo Sagrado del Cuervo para nuestro Paladín y nuestro Clérigo. Ambos parecen admirar sus objetos como si los viesen diferente a lo que nosotros podemos ver. Ambos buscan tiempo para estar en silencio observando sus objetos, de forma no muy distinta a cuando se tiene una conversación en silencio. Queda mucho sin duda por ser revelado.
Ahora nos queda encaminarnos a por el tomo de Strahd. Encontramos unos guardianes más rabiosos que mortales, que fácilmente sucumben bajo mis fuegos arcanos,
Sólo una cortina de agua nos separa del tercer objeto. A pocos pasos de nosotros...
Comentarios
Y sí, el reino de Barovia is ha enseñado alguna de sus sorpresas...pero todavía guarda algunas muy jugosas bajo sus mangas de oscuridad.
Una partida muy bien jugada, acompañada de una muy buena crónica junto, una vez más, a una imagen cojonuda.
Qué esconde el tomo de Strahd. Dónde estarán los santuarios? Y qué os encontraréis en cada uno de ellos?
PD: No te preocupes, maese Martín, que ya tendrás ocasión de recordar ;)
- Tenéis que matar a este grupo de aventureros. Son muy peligrosos.
- Con qué mal están relacionados? Qué quieren hacer?
- Joder, es complicado... Porque, lo que es querer, quieren hacer el bien. Pero macho, es que no dan una los hijoputas. Y, aunque son buena gente, ya hemos llegado al punto de o ellos o nosotros... Siendo "nosotros" el resto del mundo.
Genial partida, genial crónica, como siempre!!