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Mostrando entradas de abril, 2021

Reunión

La rueda del destino gira constante e inmutable.  En una taberna del puerto de Korvosa, sentado en una pequeña mesa, solo, mirando de soslayo y jugando con su baraja de cartas, Variel mira extrañado una carta que no le pertenece. La rueda continúa girando.  A las afueras de la gran ciudad de Korvosa, un joven elfo espera con paciencia a que algún animal caiga en su rudimentaria trampa, con un poco de suerte podrá tener algo con lo que alimentarse ese día. Suena un leve tintineo avisando que de por fin, la espera ha terminado, pero para sorpresa de Goelezar, no hay ninguna pieza en su interior, solo una carta. El destino gira que gira.  Paseando por los viñedos familiares, una joven ve algo raro creciendo entre las ramas de la viña, una carta que arranca de la parra, cual uva madura. Rueda que rueda. Una voz gutural suena por encima de todas las demás pidiendo que le traigan otra jarra de cerveza, Irún está sola, se podría pensar que su aspecto es la causa de su aislamient...

Morgana Zenderholm

  Nuestra historia comienza en la gran ciudad de Korvosa, donde el último día del mes de Flamarül nació nuestra pequeña protagonista, Morgana. Vivir en una ciudad como Korvosa no es fácil, pero nuestra heroína estuvo marcada por la diosa Fortuna desde su primer día. Crecer en el seno de la casa Zenderholm te asegura o cómo poco ayuda a tener un dichoso porvenir. Sus padres atendían el vivero más grande de toda Korvosa, incluso disponían de un pequeño viñedo con el que elaboraban su propio vino. No era el negocio más lucrativo de la ciudad, y por supuesto estaba lejos de la fama e influencia que la casa Zenderholm ostentaba entre jueces y magistrados, pero era un trabajo honrado y rentable.  Morgana era la menor de siete hermanos; ya desde pequeña se ganó el corazón de toda su familia por su carácter gentil y vivaz; tenía algo especial que a todos encandilaba.  Pero también era una fuerza de la naturaleza difícil de controlar, era común que Morgana se perdiera entre los di...

¡Bienvenidos a Korvosa!

Hace poco se cumplió el tercer centenario desde que las tropas de Zhay arrebataron este territorio a la tribu de los shoanti. Los zhayinos estaban interesados en apoderarse de esta zona por su potencial comercial, sin embargo, los shoanti, tribu bárbara que basa su existencia en tradiciones antiguas, así como su respeto a la naturaleza, defendieron con uñas y dientes este territorio, dando lugar a una guerra dura, larga y sangrienta. Poco a poco los zhayinos fueron conquistando terreno, ampliando su territorio, hasta que acabaron arrinconando a los shoanti en la Gran Mastaba, una pirámide truncada colosal, de piedra negra, perteneciente a épocas pasadas de civilizaciones poderosas ya olvidadas. Cuando los shoanti fueron expulsados de la Gran Mastaba, las batallas siguieron, pero cada vez con menos intensidad, y cada vez más espaciadas en el tiempo, hasta que el poder zhayino en la zona se volvió firme, construyendo sobre la Gran Mastaba lo que hoy se conoce como Castillo Korvosa. Y, au...

Un Recuerdo de Luz

Dicen que todo llega a su final...aunque los Héroes de Freeport hemos aprendido que no necesariamente es el caso, y que cosas horribles se ocultan en los pliegues del tiempo para volver una vez tras otra. No queda mucho para encontrarnos con Strahd. Mejor dicho, para que Strahd se encuentre con la Muerte Definitiva. El techo de las criptas se hace más pesado, más bajo con cada aliento que tomamos de este aire casi agotado de oxígeno ya. Criptas con aristócratas, figuras notables de Barovia y hasta con nuestros nombres en una parodia que refleja el ego hinchado de Strahd. Así sea! Pronto tendrá su pecho hinchado con una estaca de roble.  Aún nos queda por destapar una cripta con vástagos de Strahd, desde Irina que agradecerá la paz que recibirá de nuestras manos hasta Cornel Ionescu que vuelve a nosotros para no darnos las explicaciones que nos debe. Pobres diablos, es un acto de bondad acabar con sus no vidas.  Tenemos la dicha de encontrar un pasillo largo como las noches de ...

El cementerio de abajo...

 Nunca se me dieron bien los números, aún peor que las palabras... No tanto porque fueran aburridos como estas últimas, sino más bien debido a que mi disoluta capacidad de concentrarme en una sola cosa por más allá de unos minutos me hacía abandonar su recuento con singular frecuencia. A pesar de ello, recuerdo con todo detalle la retahíla de batallas y enemigos que se plantaron ante nosotros desde que cruzamos el umbral del cementerio subterráneo del castillo de Ravenloft… Lo primero que me viene a la mente es el olor característico de la muerte, en aquella inmensa caverna, repleta de nichos y mausoleos, donde reposaban los putrefactos restos de antaños habitantes de aquel mundo sin sol ni esperanza. Lo segundo que recuerdo es la quietud y el silencio, aún más aterradores que los gritos de las almas en pena… Finalmente, la oscuridad, que tapaba nuestros ojos como un velo negro, capaz de consumir todo rastro de luz. En nuestro penoso caminar, a la caza del Señor de la Noche, comenz...