La búsqueda llegó a su final. Mucho se ha hablado, cantado y escrito desde que al abandonar Xin-Shalast encontrásteis a Thom Merrilin mesándose su bigote envuelto en su capa de cuadros de tela multicolor. Y no sólo por Thom, juglar habitual en cortes y palacios, y por Los Arpistas, que os dieron un especial reconocimiento.
La noticia de los Héroes del Sihedrón que evitaron el fin de Faerûn se ha propagado tanto casi como que Xin-Shalast es ahora una zona de expolio y guerra en la que tienen el dudoso honor de convivir diferentes facciones de sectas, grupos mercaderes y enviados de un puñado de países. No siempre con buenas intenciones. De hecho, no en la mayoría de los casos. Pero es algo en lo que no queréis pensar ahora.
Os habéis ganado un descanso, y bien merecido. Soros ha pasado algunos meses en una búsqueda arcana, al parecer relacionada con Leng. Thorik se ha quedado marcado por la intervención de Moradin, y si cabe es aún más celoso de su fe. Dorkas y Stolas recorren la Costa de la Espada en busca de nuevos retos. Y Sumak...bueno, quería adquirie una taberna y ha terminado poseyendo tres.
Una de ellas en Korvosa, la Hamaca Rechinante. Junto al puerto y decorada con imaginaria de náuticos, suele cobijar a las tripulaciones de los navíos durante unos pocos días. Sumak espera.
Es la primera vez desde Xin-Shalast que os reuniréis. No faltará nadie. O eso quiere pensar Sumak: todo el grupo debería estar desde ayer allí y no ha llegado ni un solo miembro del grupo.
Un marinero apoyado en la barra con camisa de colores y pendientes cubriendo orejas y nariz escupe al suelo. Thorik entra a la taberna, llenando el espacio con su presencia.
Dos hombres y una mujer están jugando a zorros y serpientes en una mesa. Dicen que es imposible ganar a ese maldito juego. Dorkas y Stolas llegan con repiqueteo de armaduras más que reforzadas.
Un elfo con pinta de noble venido a menos juega solo a las cartas, prestándole mucha atención a una que guardae en su chaqueta. Soros pasa a la taberna con apariencia de no haber comido en días
Un reencuentro feliz, cerveza con cuerpo, vino sabroso y una comida digna de reyes. Junto a la chimenea, los cinco amigos ríen y se relajan ya con una pipa bien llena de tabaco de los Valles y licor de Aglarond. Ríen porque han derrotado a Karzoug, Señor de las Runas cuyo plan era someter Faerûn.
Ahora todo lo pasado les parece lejano, una gesta imposible en su momento que ahora no es más que una historia que recordar para carcajearse...hasta que un pensamiento oscuro los calla a la vez, haciendo que sus miradas se encuentren.
Karzoug ha sido el primero: los Señores de las Runas vuelven a Faerûn.
Comentarios
Cada uno de ellos tenía sus propias inquietudes antes de acabar juntos, de ahí que sea normal que, una vez finalizada su gran aventura, cada uno haya seguido su propio camino.
Aún así, es bonita esa última imagen de ellos juntos... Aunque les perturbe saber algo que nosotros sabemos bien... Y es que esto sólo ha sido el principio.
Gran final que sirve como broche que cierra una magnífica historia.
Pero cierto es que otros aventureros vendrán a ocupar su lugar, forjándose como héroes de leyenda, en su continua lucha contra las fuerzas del mal... los temibles Señores de las Runas.
Para Soros, Stolas, Dorkas, Sumak y Thorik, la aventura ha llegado su fin... ¿Quiénes tomarán su relevo para igualar sus hazañas y ser los nuevos Héroes de Faerum? Solo el futuro lo revelará...
Gracias por descubrirme y hacerme participe de esta aventura.
Vuestra siempre amiga Dorkas