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Historia de Stolas

 


Nacido en una pequeña aldea del Bosque Olvidado a muy temprana edad Stolas comenzó a conocer la dureza de vivir en las montañas, rodeado de tribus bárbaras y con la caza como su principal sustento de vida.

Lo primero que aprendió, como la mayoría de niños de aquel lugar fue a utilizar el arco, su padre le enseñó a tensar, apuntar, disparar e incluso a remendar el arco en el caso de que éste se estropeara. Pronto Stolas destacó en el uso de dicha arma y acompañaba a los cazadores en sus incursiones al interior del bosque del que siempre regresaba con su presa.

Eran tiempos felices y Stolas crecía destacando como uno de los mejores jóvenes guerreros de la aldea, solo ensombrecido por la hija del herrero, una joven bárbara corpulenta y de mirada feroz; cuando se organizaban juegos de habilidad y lucha, Stolas no tenía rival en las pruebas de tiro, pero en lo referente a las pruebas de lucha cuerpo a cuerpo, siempre terminaba perdiendo y siempre lo hacía frente a la misma adversaria, la hija de la herrera, por lo que con el tiempo se fue enquistando una relación de odio entre ellos.

Con la llegada del invierno, llegó el cambio una mañana fatídica, con los primeros rayos de sol, el lugar estaba extrañamente silencioso, nadie lo advirtió y sobre el poblado cayó un grupo de asaltantes muy bien organizados matando, quemando y saqueándolo todo.

Stolas se agrupó con unos pocos jóvenes, pero enseguida fueron reducidos y derrotados por sus oponentes. Los pocos supervivientes fueron apresados y encadenados, el lugar quedó reducido a cenizas.

Pasaron varios días viajando, quizás una semana o tal vez dos, no sabía muy bien hacia donde se dirigían, pero suponía que viajaban hacia el Este. El destino había querido que junto a Stolas viajara también prisionera la hija de la herrera, las riñas del pasado se fueron diluyendo como granos de arena movidos por el viento y poco a poco fue surgiendo la necesidad de colaborar, para escapar o al menos para mantener un atisbo de esperanza ante aquella cruel situación.

Una noche se presentó una oportunidad que realmente no esperaban, se despertaron por los gritos de sus captores mezclados con los aullidos de algo inhumano, el campamento era un caos y viendo que no estaban siendo vigilados, Stolas despertó a Dorkas, así se llamaba la hija del herrero, y empezaron a moverse con la suerte de que nadie les estaba prestando atención, en su huida encontraron varios cuerpos destrozados, sin pararse a pensar cogieron todo lo que pudieron y escaparón corriendo, no sin antes poder ver como el grupo de bandidos luchaban con varios monstruos de gran tamaño, dientes afilados y color verde. No pararon de correr en toda la noche, a pesar del cansancio y el hambre. Con lo robado consiguieron librarse de sus cadenas y durante muchos días no pararon ante la idea de que quizás los estuvieran buscando todavía.

Tras varios días de camino, encontraron una caravana que se dirigía a Suzail, capital del reino de Cormyr, estaban perdidos, no sabían a donde ir, por lo que aceptaron trabajar en la caravana hasta llegar a su destino. Durante el viaje Stolas y Dorkas meditaron sobre su situación, ambos eran buenos guerreros, pero no sabían nada del mundo no tenían experiencia, tenían que aprender, crecer y la única forma de hacerlo era haciéndose aventureros.
En Suzail conocieron a Zthorik, un enano sirviente de Moradin, que les habló de una región llamada El Vasto a la que deseaba viajar para vivir aventuras, pero buscaba compañeros y a nosotros nos pareció un lugar estupendo para empezar nuestro viaje.

Comentarios

Red Langosta ha dicho que…
Sirl! Historias de personaje one more time! Así os voy conociendo mejor ;)
Juanjo ha dicho que…
Muy buena! Sin duda el PJ más carismático de los dos, me quedo con esta historia.
Dorkas ha dicho que…
¿Me lo parece o Juanjo a hecho el mismo comentario?

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