El grupo de aventureros actuó casi tan rápido como los asaltantes goblins, la primera oleada calló presa del hechizo de Glin, el resto de aventureros solo tuvieron que dar muerte a las alimañas. La segunda oleada llegaba comandada e inspirada por un risueño y cantarín goblin, pero en esta ocasión la fuerza de Dorkas y el buen hacer del grupo acabaron con la amenaza. Casi exhaustos por el combate, empezaron a recorrer las calles intentando poner cierto orden o tal vez algunos seguían buscando goblins a los que destruir. Entre tanta confusión el aullido moribundo de un perro captó su atención, un goblin subido a lomos de una especie de chucho infernal terminaba con la vida de un perro mientras su amo asustado pasaba a ser la siguiente víctima; salvarlo no iba a ser tarea fácil porque el jinete goblin no estaba solo; ataron con fuerza a los enemigos, pero las fuerzas flaqueaban tras varios combates y cuando Dorkas cayó el nerviosismo hizo mella en los aventureros, pero una rápida actuación de Thoric consiguió recuperar a la bárbara y Dorkas no tuvo piedad de aquel que la hizo hincar la rodilla. Tras este último encuentro la milicia parecía hacerse con el control de la situación, Stolas ayudó a la asustada víctima que respondía al nombre de Aldern Floxglove, un aristócrata que vivía a las afueras del pueblo y que se mostró enormemente agradecido pues sin la intervención de nuestros héroes, seguramente ahora estaría muerto. El sheriff Hemlock les agradeció y felicitó en persona, pues sin la actuación de los recién llegados el número de bajas hubiera sido mayor y viendo de lo que eran capaces les pidió que indagasen sobre el ataque, pues parecía que los goblins habían aparecido de la nada.
La investigación les llevó a descubrir que los goblins habían sido ayudados a entrar en el pueblo, escondidos en un carromato y facilitándoles la entrada con una escalera junto a un muro exterior, cerca del cementerio, el por qué o quién era algo que se les escapaba, la falta de pistas y sospechosos traía de cabeza al grupo que se encontraba desbordado por los acontecimientos. Sin un objetivo claro y con un tono totalmente desenfadado, volvieron al Dragón Oxidado donde habían quedado para cenar con Aldern y así quizás sonsacarle algo de información o quizás una recompensa. Aldern no sabía nada, pero valoró su vida en 50 monedas de oro y una invitación a cazar, que serviría de distracción al grupo mientras ordenaban sus ideas.
Justo cuando se disponían a regresar a sus habitaciones para descansar apareció el sheriff Hemlock para compartir nueva información, sus temores se hacían realidad, el ataque goblin no tenía ningún sentido, atacando sin ningún objetivo ni posibilidad de victoria, había sido una distracción. La cripta de Tobin, antiguo sacerdote de Cala Arenosa estaba abierta y parecía que la habían profanado, no se atrevía a entrar solo y confiaba en nosotros. Le acompañamos al cementerio y en el interior de la cripta una tumba abierta cuatro esqueletos nos esperaban para darnos muerte más Thoric invocó el poder de Moradin, una luz emanó del sacerdote y los esqueletos cayeron convertidos en polvo, en la cripta poco encontramos, solo la tumba vacía de Tobin y restos de tela negra. Hemlock nos dio las gracias y nos pidió no contar nada de lo que sabíamos hasta el momento, parecía que por fin el largo día llegaba a su fin.
La investigación les llevó a descubrir que los goblins habían sido ayudados a entrar en el pueblo, escondidos en un carromato y facilitándoles la entrada con una escalera junto a un muro exterior, cerca del cementerio, el por qué o quién era algo que se les escapaba, la falta de pistas y sospechosos traía de cabeza al grupo que se encontraba desbordado por los acontecimientos. Sin un objetivo claro y con un tono totalmente desenfadado, volvieron al Dragón Oxidado donde habían quedado para cenar con Aldern y así quizás sonsacarle algo de información o quizás una recompensa. Aldern no sabía nada, pero valoró su vida en 50 monedas de oro y una invitación a cazar, que serviría de distracción al grupo mientras ordenaban sus ideas.
Justo cuando se disponían a regresar a sus habitaciones para descansar apareció el sheriff Hemlock para compartir nueva información, sus temores se hacían realidad, el ataque goblin no tenía ningún sentido, atacando sin ningún objetivo ni posibilidad de victoria, había sido una distracción. La cripta de Tobin, antiguo sacerdote de Cala Arenosa estaba abierta y parecía que la habían profanado, no se atrevía a entrar solo y confiaba en nosotros. Le acompañamos al cementerio y en el interior de la cripta una tumba abierta cuatro esqueletos nos esperaban para darnos muerte más Thoric invocó el poder de Moradin, una luz emanó del sacerdote y los esqueletos cayeron convertidos en polvo, en la cripta poco encontramos, solo la tumba vacía de Tobin y restos de tela negra. Hemlock nos dio las gracias y nos pidió no contar nada de lo que sabíamos hasta el momento, parecía que por fin el largo día llegaba a su fin.
A la mañana siguiente salieron junto a Aldern en busca de una buena pieza con la que cenar aquel día, se internaron en el bosque y con su mente todavía en los sucesos del día anterior un enorme jabalí apareció frente a Stolas que caminaba varios pies por delante del grupo, Dorkas se lanzó sin pensarlo hacía la bestia fallando su primer golpe, el resto del grupo también atacó pero quizás habían subestimado al animal salvaje que ferozmente se defendió, pero eran cuatro contra uno y a la segunda embestida el jabalí murió, Aldern estaba como un niño ante la pieza que habían logrado matar y más concretamente con las habilidades marciales de Dorkas.
Regresaron al pueblo y de camino al Dragón Oxidado una madre con dos niños les asaltó al reconocerlos como los extranjeros que ayudaron a salvar Cala Arenosa del ataque goblin, mascullaba palabras sobre la habitación de su hijo y un monstruo que su hijo decía se había ocultado en su armario, creímos a la pobre mujer y enviamos a Aldern que nos esperara a la noche con el jabalí convertido en cena. Llegamos con la mujer a su casa y le pedimos que esperara fuera, en el interior de la habitación de su hijo, en su armario encontramos el cadáver de su marido y efectivamente un estúpido goblin allí se había escondido, lo redujimos fácilmente y lo interrogamos para conseguir toda la información posible, entre todas las incoherencias que decía descubrimos que el ataque goblin fue organizado por una persona, pero no sacamos nada más, ni nombre, ni raza, ni nada. Le dimos el pésame a la viuda y entregamos el prisionero al Sheriff.
De vuelta a la taberna mientras Ameiko preparaba el jabalí que cazamos esa misma mañana, apareció su padre encolerizado, se encaró con nosotros culpándonos de los problemas del pueblo, pero quien se llevó la peor parte de la discusión fue Ameiko, se conocía que la relación con su familia no era buena, pero quizás aquello estaba tomando un cariz más violento; su padre se marchó con una mirada de odio en sus ojos y sorprendentemente la tabernera quitó hierro al asunto volviendo a su trabajo. El resto de la noche pasó tranquilamente y todos en el lugar celebraron la victoria del día anterior.
Con el nuevo día, Hemlock hizo llamar a los aventureros pues la exploradora Shalelu había vuelto al pueblo y quería que todos se reunieran para compartir información e ideas. Shalelu resultó ser toda una experta en goblins, conocía las tribus que habitaban la región y sabía que se estaban organizando entre ellas, algo inaudito que nunca había pasado. Nos dio la ubicación de las cinco tribus, así como el nombre de seis héroes o líderes que pertenecían a dichas tribus. Ante tal amenaza Hemlock decidió partir en busca de ayuda, para fortificar la ciudad ante nuevos posibles ataques, en su ausencia nos pidió que permaneciéramos en Cala Arenosa para no alarmar a la población y ofrecer algo de protección, a lo que accedimos gustosamente.
Tras varios días esperando el regreso de Hemlock, una mañana en el Dragón Oxidado una camarera de raza halfing que trabajaba en el sitio nos alertó de que Ameiko no había dormido aquella noche en su habitación y tampoco había vuelto a su taberna, preocupada por su jefa nos confesó que había entrado en su habitación por si algo había ocurrido y encontró una sospechosa carta, sin saber a quien acudir y conociendo de nuestra buena relación con Ameiko nos pidió ayuda para encontrarla. La carta era de su hermano Tsuto, escribía en ella que estaba preocupado por su padre pues pensaba que era responsable del ataque goblin y se citaba con Ameiko a medianoche en la fábrica de vidrio familiar para resolver los problemas de manera privada antes de que la información saliera a la luz. Era evidente que Ameiko no había vuelto de aquella cita y los aventureros partieron rápidamente hacia la fábrica en busca de su amiga. Al llegar el lugar estaba cerrado, pero de sus chimeneas brotaba humo de los hornos, Stolas buscó una ventana por la que colarse, trepó a la que vio más accesible, se asomó para ver si el lugar era seguro, pero lo que vio más allá del cristal le dejó petrificado.
Comentarios
Genía crónica y espectacular partida, como no podría ser de otro modo!!