¡Por fin!
Ayer disfrutamos de la vuelta al rol: Brujahlance, primera parte de la trilogía, aventura nº 1, sesión primera.
Próximamente iremos haciendo y colgando fotos de las sesiones. De momento, puedo deciros que ayer nos reunimos en el nidito de amor de los señores Langosta para disfrutar de una peaso de aventura. A la dirección estuvo Juan, y Andrés, Toni, y un servidor, nos encargamos de intentar, sin éxito, reventar el módulo a base de fallidos mandoblazos.
La aventura arrancó con la entrada del aguerrido grupo a Pashin, con la intención de realizar un reconocimiento de la situación en la ciudad. Cual sería nuestro desconcierto cuando comprobamos que los caballeros negros, también conocidos como Caballeros de Neraka, campaban a sus anchas por la ciudad, de hecho dominando todo lo que ocurría en ella, siempre impuestos por la ley de la fuerza.
Después de unas cuantas conversaciones, concluimos que los elfos Silvanesti, desplazados de su cercano hogar por los malvados minotauros, se alojaban en la ciudad, invisibles a los ojos de los demás y a los propios nuestros.
En nuestra estancia tuvimos la suerte de conocer al heraldo, un bardo que proclama conocer toda la historia de Krynn de propia vivencia. Fue todo un espectáculo escuchar lo que tenía que decirnos, la posada en la que dió su lección magistral estaba abarrotada, aunque no fue tanto del gusto de los caballeros negros. A punto estuvieron de asesinarle a golpe limpio, cuando pudimos intervenir para salvar su vida.
A cambio, nos hizo una revelación: nuestra búsqueda empezaba por rescatar "La Llave Silvana", objeto místico de la raza élfica, de la guarida de unos ladrones. Sin perder un minuto, galopamos a toda prisa hacia el refugio de los forajidos.
Aunque intentamos imponer la razón y no derramar sangre, el mal nunca escucha a la razón. Tras un largo combate, en el que estuvimos por un par de ocasiones a punto de perecer, conseguimos rescatar la Llave, que se presentaba como una caja de música. El elfo silvanesti, que nos salvó de las garras de la muerte varias veces gracias a su brujería curativa, usó sus artes místicas para comprobar si la Llave Silvana estaba, de algún modo, encantada.
Lo único que sabemos de lo que vió, es que su expresión reflejaba no haber visto nada parecido en sus cientos de años de existencia...
Ayer disfrutamos de la vuelta al rol: Brujahlance, primera parte de la trilogía, aventura nº 1, sesión primera.
Próximamente iremos haciendo y colgando fotos de las sesiones. De momento, puedo deciros que ayer nos reunimos en el nidito de amor de los señores Langosta para disfrutar de una peaso de aventura. A la dirección estuvo Juan, y Andrés, Toni, y un servidor, nos encargamos de intentar, sin éxito, reventar el módulo a base de fallidos mandoblazos.
La aventura arrancó con la entrada del aguerrido grupo a Pashin, con la intención de realizar un reconocimiento de la situación en la ciudad. Cual sería nuestro desconcierto cuando comprobamos que los caballeros negros, también conocidos como Caballeros de Neraka, campaban a sus anchas por la ciudad, de hecho dominando todo lo que ocurría en ella, siempre impuestos por la ley de la fuerza.
Después de unas cuantas conversaciones, concluimos que los elfos Silvanesti, desplazados de su cercano hogar por los malvados minotauros, se alojaban en la ciudad, invisibles a los ojos de los demás y a los propios nuestros.
En nuestra estancia tuvimos la suerte de conocer al heraldo, un bardo que proclama conocer toda la historia de Krynn de propia vivencia. Fue todo un espectáculo escuchar lo que tenía que decirnos, la posada en la que dió su lección magistral estaba abarrotada, aunque no fue tanto del gusto de los caballeros negros. A punto estuvieron de asesinarle a golpe limpio, cuando pudimos intervenir para salvar su vida.
A cambio, nos hizo una revelación: nuestra búsqueda empezaba por rescatar "La Llave Silvana", objeto místico de la raza élfica, de la guarida de unos ladrones. Sin perder un minuto, galopamos a toda prisa hacia el refugio de los forajidos.
Aunque intentamos imponer la razón y no derramar sangre, el mal nunca escucha a la razón. Tras un largo combate, en el que estuvimos por un par de ocasiones a punto de perecer, conseguimos rescatar la Llave, que se presentaba como una caja de música. El elfo silvanesti, que nos salvó de las garras de la muerte varias veces gracias a su brujería curativa, usó sus artes místicas para comprobar si la Llave Silvana estaba, de algún modo, encantada.
Lo único que sabemos de lo que vió, es que su expresión reflejaba no haber visto nada parecido en sus cientos de años de existencia...
Comentarios
¡¡¡METAAAAAAAAAAALLLLLLLLLLLLLLLLL!!!!
Sus quiero!
Por cierto Martín, espero que no te moleste que haya llevado tu Místico. Por lo que se ve, no salió mal parado cuando lo dejé en las manos de estos "intrépidos guerreros". En la próxima ya me haré mi propio PJ.
Un resumen muy bueno. Sólo ha faltado puntualizar que el Heraldo se ahorró una buena factura en Corporación Dermoestética para arreglarse los piños y que aquí los "señores de la Justicia" impusieron su palabra a base de ostias con el puño cerrado (léase críticos).