Que mal comienza la mañana –pensó Misty- ya no era capaz de recordar como había llegado el posadero a yacer sobre su estomago, empapado en sangre. Pero los histéricos gritos de la joven mujer lo sacaron de sus reflexiones. El humano del espadón lo advirtió y dijo: -rasguemos unas sabanas y atémosla con los jirones- se puso manos a la obra de inmediato, la sujetó y amordazó en segundos. -Misty no dejaba de pensar que una buena cuerda daría mejor resultado-. Pero la mujer continuaba algo “inquieta” de modo que aquel fornido grandullón la noqueo con facilidad, haciendo alarde de un violento pragmatismo, que le hizo cuestionarse cualquier objeción.
El grupo se ordenó detrás del bribón, preparado este para bajar la escalera que conducía al sótano, desconfiaban de la entrada, (los posaderos siempre ocultan sorpresas desagradables en sus alacenas, y es necesario tomar precauciones de sobra). El equipo esperaba a Misty mientras el; atareado inspeccionaba las paredes y losas del suelo en busca de resortes. El suelo y las paredes por supuesto… el inexperto ladronzuelo no prestaba atención al cesto de ladrillos que se derramó sobre su cabeza haciéndole perder la consciencia.
Sintiendo un enorme dolor en la sien, abrió los parpados, que le pesaban como mulas. La druida de aspecto desaliñado sonreía amablemente frente a el, sin duda se había herido de gravedad, y la joven lo atendidó con su magia. Misty se sintió agradecido por tener compañeros capaces. En la sala al final de la escalera aguardaban tres puertas cerradas, y un gran tapiz que cubría la pared sur. No hizo falta mucho tiempo para que sospechasen que el tapiz ocultaba en realidad un cuarto marco, con suma precaución descolgaron el tapiz y confirmaron sus anticipaciones. En voz baja acordaron investigar las puertas dispuestas a simple vista primero, no querían alertar a nadie, pues la discreción es tan amiga del aventurero como el acero y la gallardía. Comenzaron por el batiente del fondo, Los hermanos se situaron frente a ella, Misty confirmó que no había peligro en abrirla. Al menos ningún peligro mecánico, pues tras al puerta dos gigantescas ratas, tan grandes como mastines enseñaron sus dientes. Ni un parpadeo mas tarde los dos animales no eran mas que manchas en la pared, y el equipo de dirigía a la siguiente puerta. Al inspeccionarla Misty se percató del gélido contacto de la madera. Y determinó que seria mejor explorarla en ultimo lugar. Al fin y al cabo era el tipo de frió que sugiere un origen arcano, y arcano es a menudo sinónimo de peligroso. De nuevo los guerreros ocupaban su lugar frente a una de las puertas, y al abrirla un animal nada recomendable les dio la bienvenida siseando y agitándose amenazadoramente. Rápido como un virote Misty busco el extraño sonajero que conservaban como botín tras haber desvalijado los aposentos del posadero y su esposa. Lo agitó frente a la serpiente, con la certeza de que; de no surtir efecto, la serpiente se encontraría tan incomoda como el mismo. Pero la alimaña quedó hipnotizada por el movimiento del sonajero, el tiempo suficiente al menos, para que una tormenta de cuchillas redujese al venenoso animal a filetes. La habitación no era más que un almacén lleno de mercaderías de baja calidad, lo propio de esta clase de tabernas, y una minuciosa búsqueda no reveló ningún objeto de importancia. Alguien cuestiono si no seria posible vender la cerveza y el vino por algunas monedas, pero tal iniciativa desapareció tan deprisa como fue expuesta. Nadie querría transportar pesados barriles robados para obtener tan solo un puñado de cobres. El gélido portal quedaba por inspeccionar, aunque tras el decepción y alivio se experimentaron por igual. Ningún peligro mágico en su interior, tan solo chacinas y quesos conservados mágicamente con algún hechizo de energía helada. Un truco ingenioso, aunque nada apasionante. Sobre todo para una ciudad donde la carne se congela con solo exponerla al viento de la calle.
Por fin el oculto pasadizo quedaba como única alternativa. Abrirlo no costó ningún esfuerzo, y sin embargo se hizo con precaución, el grupo se ordenó y marchó por un largísimo pasillo. Pasillo que se estrechaba de manera peligrosa a medida que avanzaban, tanto que en algunos momentos solo de perfil pudieron pasar los mas corpulentos. Misty no experimentaba estos contratiempos, su menudo y delgado cuerpo estaba acostumbrado a las estrecheces. A algunos cientos de metros unos barrotes impedían el paso. Un apresurado análisis reveló que la cerradura que retiraba los barrotes ocultaba un mecanismo perverso. Si no se presionaba determinado muelle, un mecanismo de tiempo, hacia volver los barrotes a su posición violentamente. Era una trampa de lo más ingeniosa, y Misty estaba totalmente convencido de haberla desactivado. Desgraciadamente el confiado guerrero fue aprisionado por los hierros, y sus heridas lo dejaron lo bastante maltrecho como para no castigarla la torpeza del pequeño amigo.
Comentarios
Enhorabuena!.
Nada chavales, para mí es un orgullo que os lo hubiéseis pasado bien. Aunque hubo un momento o dos en los que vislumbré un futuro que quedó cercano en el cual todos borrabais fichas de nivel 1 y haciais nuevos PJs de nivel 1... Pero eso de tener dos guerreros en el grupo se nota y lo vais a demostrar en las proximas partidas, que ya me he estado leyendo esta tarde.
QUIERO + PARTIDA!!!!
P.D; Buena interpretación por parte de todos.
Pero ilusión hace, so putahhhhh!!!
Que lo disfruteis, ya nos vemos!!!