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La llave del destino 2ª parte


Tras continuar por las alcantarillas durante unas horas encontramos el símbolo que estábamos buscando. Era una inscripción élfica. Ni puerta, ni pomo, NADA como pensaban que pasaríamos… atravesando el muro???. Menos mal que nos acompañaba el Místico y se le ocurrió decir: “Ael Ura Ki” y asombrosamente apareció en la pared una puerta de piedra. Piedra oscura cada vez me sorprende más. Al abrirla, pudimos comprobar que se trataba del refugio en el que se encontraban los elfos (se pensaba que habían desaparecido). Todos los elfos se nos quedaban mirando, era muy extraño y a la vez hermoso lo que habían conseguido hacer bajo tierra.

Un elfo que por sus ropas parecía ser una especie de guerrero y nos pidió que lo acompañáramos, Shaylin nos esperaba. Nos llevaron a una especie de tienda con colores llamativos y en su interior alfombras y cojines, era un lugar cómodo y apacible. Al poco llegó Shaylin, era una elfa muy hermosa (normalmente todas las elfas lo son pero esta tenia una belleza excepcional). Nos presentamos pero ella dijo que ya sabía de nuestra llegada y que nos conocía. El tiempo apremiaba y era importante que escucháramos sus palabras:”hay un dibujo que no podéis ver. Debéis liberar vuestro espíritu. Llevad la llave a las ruinas destrozadas, a través de la arena y por encima de las dunas. Buscad respuesta en las arenas del tiempo, buscad en vuestras almas y encontrad la señal” A mi esto me sonó a un a especie de acertijo, nunca se me dieron bien los acertijos así que confié en que mis compañeros supieran lo que había querido decir. Tras esto nos ofreció comida, ropas limpias y un lugar donde pasar la noche ya que nos quedaba un largo camino por delante.

A la mañana siguiente nos dieron un mapa de la zona a la que teníamos que ir y un elfo poco educado (creo que ese día se levantó con el pie izquierdo), el caso es que tenía algunos rasgos distintos al resto de elfos. Este nos condujo a la salida y comentó que el camino “debía de estar limpio” Ummmm… debía???? No me inspiró mucha confianza ese “debía” tras lo ocurrido con anterioridad por las alcantarillas de Pashín.
El día pasó sin más incidencias y tengo que reconocer que eso no me parecía muy divertido, pero las cosas pronto cambiarían.




By Ventura, hijo de kender.

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